Xóchitl Gálvez, precandidata presidencial de la alianza PRI-PAN-PRD, enfrenta un intenso debate en el panorama político. Recientemente, en Tabasco, antes de su mitin, Gálvez reiteró su desafío a Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, para debatir, negando que esto represente un ataque hacia otra mujer, como lo señalaron Tatiana Clouthier y Citlalli Hernández de Morena.
Gálvez enfatizó la importancia de que sea Sheinbaum quien responda a su reto. “Que conteste Claudia: debatimos o no debatimos», afirmó, argumentando que el pueblo mexicano merece un diálogo sobre temas cruciales como la inseguridad, corrupción y salud, áreas en las que considera que México no está mejor que nunca, a diferencia de lo que afirma Sheinbaum.
Además, Gálvez criticó la actitud de Morena, calificándola de soberbia y aseguró que esto podría ser perjudicial para el partido. Rechazó la idea de que necesite los debates para aumentar su popularidad en las encuestas, como sugirió Sheinbaum, y se mostró confiada en su crecimiento electoral.
La senadora con licencia también se desmarcó de las acusaciones sobre su participación en un convenio entre los líderes del PRI y PAN antes de las elecciones en Coahuila, responsabilizando a los dirigentes partidistas de ese acuerdo.
En un tono crítico, Gálvez contrastó su postura con la de Sheinbaum, quien, según ella, defiende a los hijos del presidente de México involucrados en supuestos actos de corrupción. Mencionó específicamente los contratos de medicamentos en Tabasco y las conexiones con el Tren Maya.
Calificando como «totalmente condenable» lo sucedido en Coahuila, Gálvez afirmó que ella no ha firmado nada a cambio de su candidatura presidencial. Esta declaración resalta su postura de independencia y ética en medio de un clima político tenso y altamente competitivo.
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