Tras las declaraciones de la Fiscalía General del Estado y de Grupo Xcaret sobre la muerte del pequeño Leonardo, tras ser succionado por un filtro de alberca en el Parque Xenses, es su padre, el cardiólogo Miguel Ángel Luna, quien contradice a las autoridades ministeriales y niega que el fallecimiento de su hijo sea un “error humano”, pues en realidad se trató de “una total negligencia” que costó la vida del menor y pudo costársela a él también.
En entrevista con El Universal el galeno se dijo verdaderamente sorprendido por la información que emitió la Fiscalía General de Quintana Roo apenas este jueves, sobre los detalles de la carpeta de investigación que se integra por el “homicidio doloso” del adolescente de 13 años, pues el médico asegura que en la Vicefiscalía de Playa del Carmen ni siquiera querían tomarle su declaración.
“Me hinqué. Tuve que hincarme yo, ante la abogada y llorar para que me permitiera hacer una relatoría de hechos. Me hinqué y lloré”, aseguró consternado al revelar que el vicefiscal se negaba a entregarle el cuerpo del pequeño hasta que no le firmara el “perdón” a la empresa que cometió una negligencia, la cual le arrebató a su pequeño.
Sobre esa situación, el doctor Luna Calvo relató: “El domingo 28 de marzo me tuvieron seis horas en la vicefiscalía. Mi esposa estaba tan mal, que solicité la dispensa para hacerle yo la necropsia a mi hijo; ella ya no quería que lo lastimaran más”.
“Luego me obligaron a firmar el perdón. Yo hablé con el vicefiscal y me dijo ‘tengo la instrucción de no darte el cuerpo, si no firmas el perdón’. Y firmé”, sostuvo visiblemente abatido.
El viaje de Durango a la Riviera Maya era una celebración de la vida. El médico narró que en enero enfermó de Covid-19 y contagió a su familia, integrada por su esposa, una niña de 11 años; Leonardo, de 13; y dos jóvenes de 18 y 20 años.
Una vez que fueron dados de alta pensaron en regalarse el viaje, pero antes, todos se hicieron una prueba para asegurarse que estaban sanos y no representaban ningún riesgo de contagio para otras personas.
Como parte de esas vacaciones, el 27 de marzo visitaron el Parque Xenses, que junto con el Parque Xcaret, Xel-Ha, Xplor, Xoximilco y el tour Xenotes, componen la oferta del Grupo Xcaret, especializado por más de 30 años en la operación de parques temáticos, bajo altos estándares de calidad, seguridad y protección para sus visitantes.
El cardiólogo nadaba en el Río de Sal con sus hijos y en algún momento perdieron de vista a Leonardo.
“Como era muy bromista, hasta pensamos que estaba jugando. Cuando fui a buscarlo me di cuenta que había una succión y me jaló; casi me ahogo también. Tuve que buscar a mi hijo, hasta que lo encontré y lo saqué. Le di reanimación. Fueron unos paramédicos del parque que no tienen ni un equipo de nada. Llegó una ambulancia, también con poca capacidad de equipo.
“Yo estuve dando reanimación de boca a boca, supresiones y compresiones en su pechito. Se llevó a un hospital y estuvo casi un día ahí. Y falleció el domingo a las 11:50 (horas) y ya después todo el problema en la Fiscalía, en donde estuve más de seis horas”, evocó.
Luna Calvo acudió al gobernador de Durango, José Rosas Aispuro Torres, a quien solicitó su intervención para la dispensa de la necropsia, que le fue concedida.
El médico pensaba que estaba todo listo. Tampoco tenía la intención -dice- de iniciar ninguna acción legal. “Mi esposa y yo somos gente que no somos rencorosos”.
Luego sobrevino el condicionamiento para entregarle el cuerpo del niño a cambio del perdón y la resistencia para tomarle la declaración.
Ya con esos temas resueltos inició los trámites con la funeraria. Aispuro Torres envió un avión a recoger a la familia el lunes en la mañana, para devolverlos a Durango.
Ya en casa el ánimo inicial de no proceder legalmente cambió. Hay dos abogados, uno en Cancún y uno en la Ciudad de México, viendo el caso.
Ayer que se realizó una misa de cuerpo presente en aquella entidad, “cuando llegó el féretro aquí, yo me partí, empecé a llorar y le dije a mi esposa que tenemos que hacer algo”, comenta, al refutar lo expresado por el Grupo Xcaret.
“No fue un error humano. Fue una total negligencia. Es una trampa mortal eso. Antes no me morí yo también, al intentar salvar a mi hijo. Soy víctima doble, perdí a mi hijo y pude morir. Fue una negligencia.
“La empresa sí estuvo ahí con nosotros, pero mi esposa no quería nada de ellos. Yo activé mi seguro de gastos médicos inmediatamente y cuando quise pagar ya no me dejaron, estaba todo cubierto. Pero yo nunca pedí de ellos, ni autoricé que pagaran”, aclara, al señalar que no busca dinero, sino que se haga justicia.
El padre de familia añadió que en su casa habilitarán un jardín, en donde colocarán las cenizas de su hijo.
Con información de El Universal
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