La vesícula, es un órgano localizado en la parte superior derecha del abdomen que no destaca… hasta que te empieza a doler el estómago y buscas los síntomas en Google.
Es ahí donde descubres los cálculos en la vesícula, los cuales son sorprendentemente muy comunes, pues afectan al 10 a 15% de la población americana, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Renales y Digestivas. Pero ¿qué son exactamente? ¿Cómo se tratan? Y, por supuesto, ¿cómo puedes evitarlos?
DE QUÉ ESTÁN HECHAS. Para entender lo que es, primero tengo que explicarte un poco del funcionamiento de la vesícula.
La vesícula almacena bilis, una mezcla de agua, colesterol, ácidos biliares o sales y bilirrubina (un producto de glóbulos rojos descompuestos), así como sales del cuerpo (potasio y sodio) y metales como el cobre.
La bilis se utiliza para la digestión, específicamente para descomponer las grasas en ácidos grasos, según la Biblioteca Nacional de Medicina, para que el cuerpo pueda usarla como energía y otras funciones corporales.
Sin embargo, las piedras en la vesícula son fragmentos de compuestos en la bilis, principalmente colesterol y bilirrubina. Y aunque los doctores no están completamente seguros qué las provoca, ocurren principalmente por un desequilibrio de sal o colesterol en la vesícula.
No todos son iguales. Hay 2 tipos de cálculos en la vesícula: piedras de colesterol o piedras pigmentadas. Las piedras de colesterol son amarillas o verdes y están conformadas de colesterol; mientras que las pigmentadas son más oscuras y son de bilirrubina.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Lo malo de estas piedras es que en la mayoría de los casos son muy silenciosas, pues no provocan ningún síntoma. Estas piedras silenciosas tampoco necesitan tratamiento porque no causan problemas.
Pero cuando las piedras bloquean el ducto biliar, la bilis puede acumularse en la vesícula biliar y causar dolor en el abdomen superior derecho después de una comida particularmente grasosa. A veces estos episodios se resuelven solos cuando la piedra se mueve, pero es posible que causen complicaciones más adelante.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Renales y Digestivas los síntomas también incluyen:
• Náusea y vómito
• Fiebre y escalofríos
• Ictericia (un color amarillento en la piel u ojos)
• Orina color oscura
¿CÓMO SE DIAGNOSTICAN?
Si presentas alguno o varios de estos síntomas, lo ideal es que acudas con un médico urgentemente. Ahí te podrán hacer un ultrasonido para encontrar el problema, según Mayo Clinic. También puedes hacerte estudios de sangre para ver si hay alguna infección o inflamación en los ductos biliares, vesícula, páncreas o hígado.
TRATAMIENTO.
Las piedras en la vesícula son muy difíciles de eliminar, a comparación de las del riñón. Si las rompes, pueden irritar el hígado o páncreas. Es por eso que el tratamiento requiere un procedimiento quirúrgico llamado colecistectomía para retirar la vesícula. Es uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes en el mundo, pues la vesícula no es un órgano esencial.
CÓMO PREVENIRLAS.
No hay forma exacta de prevenir las piedras en la vesícula porque los expertos no saben exactamente porqué se forman. Sin embargo, puedes disminuir tus posibilidades evitando la obesidad y manteniendo una alimentación saludable, según WebMD.
Fuente: Agencia Sapiens
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