La alimentación es una pieza fundamental para determinar una buena salud o la ausencia de ella en una persona. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Los doctores Aneska Mariño García, Magdalys Núñez Velázquez y Ana Ibis Gámez Berna, en su artículo Alimentación Saludable señalan que la alimentación saludable constituye uno de los principales factores de promoción y mantenimiento de una buena salud durante toda la vida. El modelo de una alimentación saludable contribuye a un excelente estado nutricional y a una mejor calidad de vida en las personas.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en su Cartera de Alimentación correcta y Actividad Física menciona que al tener una alimentación correcta, consumir agua simple potable y practicar actividad física diariamente, lograrás mantener una buena salud o controlar enfermedades como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y algunos tipos de cáncer.
Una alimentación correcta
El IMSS refiere que la alimentación saludable es la que aporta la energía (calorías) y los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo. Para tener una alimentación correcta sugiere utilizar como guía la imagen del Plato del Bien Comer.
Los grupos de alimentos del Plato del Bien Comer son: Verduras y frutas. Principal fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra dietética. Cereales. Principal fuente de hidratos de carbono y energía. Leguminosas y alimentos de origen animal. Principal fuente de proteínas.
Cambiar hábitos para una mejor alimentación
El cambio de hábitos es un proceso, para poder llevarlo a cabo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en su artículo Cómo mejorar sus hábitos de alimentación nos dan algunas ideas para comenzar un nuevo estilo de vida alimenticio más saludable.
- Haz una lista de tus hábitos de alimentación: Mantener un “diario de alimentos”, durante unos días, donde anotes todo lo que comes y la hora en que lo haces te ayudará a descubrir tus hábitos.
- Subraya los hábitos de la lista que estén causando que comas más de lo necesario.
- Revisa los hábitos de alimentación poco saludables que has subrayado.
- Elabora una lista de factores “desencadenantes: Al revisar tu diario de alimentos tendrás más consciencia de dónde y cuándo surgen factores “desencadenantes” para comer sin tener hambre. Anota cómo te sientes en esas ocasiones.
- Encierra en un círculo los “factores desencadenantes” de la lista que enfrentas a diario o cada semana: Sería bueno que tengas un plan listo para contrarrestar estos factores.
- Pregúntate lo siguiente para cada factor “desencadenante” que haya marcado en un círculo: ¿Hay algo que pueda hacer para evitar este desencadenante o esta situación? De las cosas que no puedo evitar, ¿puedo hacer algo distinto que sea más saludable?
- Sustituye los hábitos poco saludables con nuevos hábitos saludables.
- Refuerza tus nuevos hábitos saludables y se paciente contigo mismo. Los hábitos se forman con el tiempo, no se adoptan de la noche a la mañana. Lo importante es comenzar y cuidar nuestra salud.
Con información de Milenio
Más historias
Isla Mujeres brilla con el distintivo Blue Flag por tercer año consecutivo
Puerto Morelos implementa descuentos fiscales y desincorporación de bienes muebles
Claro triunfo con el 59.7 por ciento de los votos de Blanca Merari Tziu