La pandemia obligó a muchas parejas a pasar más tiempo juntas, pero no necesariamente a mejorar su relación sentimental y sexual. El estudio I-SHARE, presentado por Profamilia, deja entrever las afectaciones que produjo el contexto del encierro y la enfermedad para la vida sexual de cientos de personas en Colombia.
Cerca de 2.444 personas de cinco regiones de Colombia participaron en el estudio, dirigido por la Universidad de Gante en Bélgica y del London School of Hygiene and Tropical Medicine en Reino Unido, que muestra que el 64 % de las personas que estaban en una relación afectiva tres meses antes de la pandemia, terminaron su relación durante las medidas más estrictas del confinamiento.
Además, 4 de cada 10 personas encuestadas, que finalizaron su relación durante el aislamiento, dijeron que esta ruptura estuvo relacionada con la situación de salud en el país y en el mundo.
Profamilia, que hizo la encuesta y la investigación, y que además participó en la definición del cuestionario global en el estudio, también dio a conocer que hubo cambios en la frecuencia de las prácticas sexuales con la pareja, la masturbación, el sexo ocasional, el consumo de pornografía, el sexting (sexo por mensajes de texto o chats) y el cibersexo.
Entre las personas encuestadas, el 18 % aumentó la frecuencia de la actividad sexual con su pareja y el 30 % la disminuyó. Además, el 35 % incrementó la frecuencia de la masturbación y el 32 % la redujo.
Asimismo, el 10 % de los encuestados incrementó la frecuencia de las relaciones ocasionales y el 8 % la disminuyó. El 27 % tuvo más sexting y el 18 % menos.
Por otra parte, el 27 % de las personas aumentó la frecuencia en el consumo de pornografía y el 35 % lo redujo. Además, el 12 % de los encuestados aumentaron la frecuencia del cibersexo.
“Las cifras de I-SHARE son una nueva evidencia de que la pandemia incide en diversos aspectos de la salud y el bienestar de las personas más allá del contagio de la covid-19. Por eso es necesario que, como sociedad, sigamos trabajando por la garantía plena e integral de los derechos, incluyendo los sexuales y reproductivos. En Profamilia, por ejemplo, no escatimamos esfuerzos para fortalecer nuestra capacidad de respuesta: telemedicina, asesoría virtual y visitas domiciliarias son factores claves para mitigar las barreras de acceso en contextos de pandemia”, dijo Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia.
Por otra parte, el 80 % de las mujeres encuestadas y sexualmente activas dijo que usa algún método anticonceptivo. No obstante, el 14 % de ellas enfrentó barreras para acceder a su alternativa de anticoncepción, como temor al contagio por salir de su hogar, largas filas y tiempos de espera en centros médicos, así como la escasez del método anticonceptivo debido a las medidas preventivas contra la covid-19.
Además, el 9 % de las personas que participaron en el estudio necesitó una prueba diagnóstica para la detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) y, de ellas, el 28 % aseguró que no pudo acceder a las mismas por el confinamiento, que llevó a que algunos servicios en salud no urgentes se suspendieran.
Con información de Semana
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