
Ante el incremento de contagios por COVID-19 en Quintana Roo fue necesario el regreso del semáforo naranja, esto con el fin de disminuir aplicando medidas restrictivas más severas el número de casos positivos, pero como ha ocurrido desde el inicio de la llamada “nueva normalidad”, el transporte público de Cancún decidió ignorar los protocolos sanitarios contemplados dentro del color antes mencionado.
En redes sociales circuló una fotografía de cómo los pasajeros de un autobús en la zona hotelera de Cancún, se agacharon para evitar que las autoridades detengan el transporte por llevar sobrecupo, debido a que por el semáforo naranja el transporte público tiene limitada su capacidad en un 50%, por lo que la unidad debería llevar asientos vacíos para garantizar la sana distancia, por ende, no debería tener personas paradas.
Sin embargo, los choferes y pasajeros no han respetado el límite permitido, abarrotando las unidades sin importar el riesgo que esto implique, así como la realidad del transporte público en la ciudad, mostrando como rutas, además de combis circulan con automotores llenos por diferentes calles sin ser detectados por autoridades.
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