En un movimiento audaz y declarativo, Elon Musk anunció el cambio de domicilio legal de su compañía aeroespacial, SpaceX, de Delaware a Texas. Esta decisión se produce como una reacción directa a un fallo judicial en Delaware que bloqueó la adquisición por parte de Musk de un significativo paquete de acciones de Tesla a un precio reducido, un fallo que el empresario consideró contrario a sus intereses y los de sus empresas.
La jueza Kathaleen McCormick de Delaware invalidó un acuerdo previamente establecido que habría permitido a Musk adquirir millones de acciones de Tesla, argumentando que este acuerdo no respetaba adecuadamente los intereses de los accionistas. La controversia se centra en una demanda presentada hace cinco años por accionistas de Tesla, quienes acusaron a los directores de la compañía de no cumplir con sus deberes fiduciarios y de facilitar un paquete salarial para Musk basado en negociaciones poco claras.
En respuesta a este revés, Musk tomó a X (anteriormente Twitter) para anunciar el cambio de SpaceX y sugerir que otras compañías aún registradas en Delaware consideren moverse a estados más favorables, como Texas. Este cambio no solo refleja la preferencia de Musk por Texas sobre Delaware sino que también señala un posible cambio en la tendencia de registro corporativo en Estados Unidos, donde Delaware ha sido tradicionalmente el estado predilecto para la incorporación de empresas debido a sus ventajas fiscales y legales.
Musk también reveló planes para solicitar una votación entre los accionistas de Tesla para cambiar igualmente su estado de incorporación a Texas, destacando el apoyo público masivo hacia Texas que recibió en una encuesta en línea.
Este traslado podría representar ventajas significativas para Musk, especialmente en términos de influencia accionaria, ya que busca incrementar su participación en Tesla. Además, el cambio de SpaceX a Texas podría tener implicaciones más amplias para el ambiente de negocios y legislativo, sugiriendo una posible disminución de la atracción de Delaware como sede corporativa frente a estados como Texas y Nevada, donde otra empresa de Musk, Neuralink, también se ha registrado recientemente.
Este episodio subraya la disposición de Musk para adaptar rápidamente sus estrategias empresariales en respuesta a desafíos legales y regulatorios, al tiempo que plantea preguntas sobre el futuro del registro corporativo en Estados Unidos y el equilibrio entre los intereses de las empresas y los accionistas.
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