Entre Espinas y Leones

Por Francisco Espinosa León

Cuando el amor acaba

El pasado 14 de enero, en sus redes sociales la entonces senadora de Morena, Marybel Villegas Canché, presumía en sus redes sociales, luciendo muy sonriente, una fotografía con el líder nacional de su partido, Mario Delgado Carrillo.
«En la Ciudad de México en reunión con Mario Delgado Carrillo. Con mucha alegría les puedo anunciar que estamos listos para consolidar y llevar los principios de la Cuarta Transformación a Benito Juárez», destacaba Marybel Villegas.
Dos meses y una semana después, su esposo y secretario general de Morena en Quintana Roo, Jorge Parra Moguel, declara que Mario Delgado no mostró capacidad política para llegar el proceso interno de Morena, precisamente en el que su pareja no ganó la encuesta interna por la candidatura por la presidencia municipal de Benito Juárez.
Es decir, como se dice coloquialmente en un promedio de 70 días se pasó del orgullo de posar con Mario Delgado a señalarlo como el malo de la película.
Quienes conocen de cerca a Marybel Villegas no se sorprenden porque saben que así ha sido su actuar en la política, avanza de la alabanza a la crítica cuando las cosas no le favorecen.
Ya lo ha hecho contra el PRD, el PAN, el PRI, el gobernador Carlos Joaquín y ahora contra Morena.
Volviendo a lo declarado por Jorge Parra contra Mario Delgado, el presidente de su partido, puede ser tomado como una declaratoria de guerra en la que el único perdedor será Parra. No dudo que lo dicho le pudiera causar una amonestación o su salida de la secretaría general.
Sobre la protesta de este lunes, aunque la disfracen de ir contra la alianza con el Partido Verde la dedicatoria es abiertamente contra Mara Lezama, la ganadora de la encuesta.
Por qué no hicieron la manifestación frente a la sede del PVEM o en Chetumal, en la sede estatal de Morena. No!, la realizaron en la Plaza de la Reforma y ahí estaban como organizadores los cercanos a Marybel Villegas, es decir, los marybelistas.
Sobre la foto del 14 de enero a lo expresado hoy por Jorge Parra, se cumple la máxima de que en política no hay nada escrito y el amor se acaba.